top of page

La medicina china es una medicina ancestral que ha perdurado y evolucionado a lo largo de la historia.

 

En occidente ha tenido una gran aceptación por ser una medicina nada agresiva y muy preventiva, con resultados eficaces y rápidos.

 

Esta medicina considera al cuerpo humano como una parte más de la naturaleza viéndose afectado, como cualquier otro elemento natural, por los factores externos como la climatología y la contaminación, así como los hábitos de vida y los estímulos emocionales equivocados.

 

Estos factores externos, muchas veces mantenidos en el tiempo, van condicionando y alterando el estado energético de la persona y, a la larga, generando la enfermedad.

 

Un estado energético alterado manifestará una sintomatología concreta que, con técnicas como la acupuntura, pueden reequilibrarse, muchas veces de forma rápida, brindándole a la persona la calidad de vida que, todo ser humano, merece para desarrollar su vida con la máxima armonía y bienestar.

 

Se trata por tanto, de una medicina preventiva que considera que el primer escalón de la enfermedad es siempre un desequilibrio energético, que puede ser detectado y tratado para evitar así su evolución.

 

Para ello es preciso el papel de un buen terapeuta profesional junto a la voluntad de la persona para deshacerse de los factores que le perjudican y para adoptar los hábitos que mejor se adapten a su condición energética.

 

 

                               “A quien desee la salud, hay que preguntarle primero si está

                                dispuesto a suprimir las causas de su enfermedad”. Hipócrates

 

 

 

 

bottom of page